Editorial

Los amigos del zapato naranja abren sus puertas al ciberespacio. En este sitio se irán publicando los textos gestados en los míticos encuentros repletos de amor y vino tinto. Les deseamos una feliz lectura.

martes, 13 de octubre de 2009

Supermercado

Voy a escribir así, sin pensar, que es como mejor sale. Había una consigna de un supermercado pero no creo que me sienta capaz ahora mismo como para enfrentar eso. Los supermercados son muy grandes y tienen muchas luces y cosas, y aparte manejan al público consumidor de una manera de lo más oscura, eso lo leí en el libro de Packard sobre las formas ocultas de la propaganda. Y ayer fui a uno y pensé, listo, ahora me inspiro y mando una chorrada de cosas sobre productos locos y nuevos, y ya tengo la escritura para la reunión, pero ni ahí, llegué y me puse a tomar una cerveza con Meri y hablamos de otras cosas y todo se fue diluyendo hasta que ya no había nada más.
En verdad ahora pensaba escribir en sobre lo deprimida que me sentía y un montón de ñoñadas catárquicas, simplemente para descargar un poco, aunque ya me veía el día de la reunión imprimiéndolo y llevándolo, qué espanto, sólo por no tener otra cosa, como siempre dispuesta a humillarme más de la cuenta. Y nada, después me di cuenta que realmente estaba hablando sobre algo de supermercados, realmente estaba ocurriendo, y me aterré un poco y volví a la idea primera de arruinar todo, y ahora ya ni se qué decir, ni de los supers ni de cómo me siento porque medio me fui olvidando de por qué estaba triste y sólo queda un rastro de vergüenza de acordarme las cosas que he leído en público, impresentables.
Y yo había tenido la idea de eso de los supermercados, porque a mi es un lugar que me gusta mucho, siempre que voy la paso bien sobre todo en los grandes que tienen muchos rubros. Ayer por ejemplo estuvimos un buen rato y ni siquiera visitamos la parte de jardinería ni juguetes ni las mesas de saldos de libros, que siempre son malos pero esta bueno buscar, por las dudas. El otro día quise comprar uno sobre feminismo, y Chango en la caja me dijo ¿y esto? Así que lo deje porque también pensé que no quería gastar guita al pedo, y después pensé, claro, así es como siempre nos oprimen. Pero bueno, a lo que iba es que me parece que esas cosas placenteras no me dan ganas de contarlas, medio me las quedo para mí, y por eso me cuesta arrancar a escribir eso.
Después empecé a leer un libro que me pasó Ampi, se lo regaló Reno según veo en la dedicatoria. Es de ciencia ficción feminista, me parece que esta bueno, aunque desde que lo estoy leyendo me enojo con Chango más seguido, ahora todo tiene sentido con razón no quería que compre ese libro aquella vez. Después discutimos sobre si una sociedad enteramente compuesta de mujeres era aburrido o no, y el decía que sí porque no existiría Seinfeld. Lo que yo decía es que alguien más ocuparía ese lugar, Seinfeld sería una mujer y ya.

Voy al baño y descubro con sorpresa que cambiaron el papel higiénico por uno de excelente calidad. Me dan ganas de llorar. Es lo mejor que me paso en mucho tiempo, es casi como un algodón prensado hecho rollo, hoy ya fui al baño cinco veces y siempre me sorprende, es casi terapéutico ver ese papel genial. El eslabón perdido entre el papel y la tela. Siento por unos instantes satisfacción real, bienestar, una especie de paz con el universo. Compruebo para mi alegría que hay todavía varios rollos del mismo esperando en el armario. Me invaden olas de optimismo, la vida no es tan mala al fin de cuentas.


MO-2009

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